miércoles, 19 de noviembre de 2014


  Y SI ENCONTRARAMOS TIERRA, MÁS ALLÁ DEL NAUFRAGIO...

 

Era marrón la ciudad, porque marrón era la tierra en polvo que la recorría de un lado hacia todos los demás, según se le antojaba al viento. Y de tanto vivirla, sus habitantes también se habían tornado de textura arenosa en alguna gama de ocre.


Y así caminaban, trabajaban y se soñaban hasta que, algún día de cada año, en el mes de abril, una lluvia suave y copiosa hacía que la tierra se resbalase de los árboles, las casas y las personas hasta el suelo. Entonces, aparecían todos los otros colores.


Así actúa este libro, como una lluvia que a veces acaricia y que otras remueve todo por donde pasa. Pero siempre lluvia que destapa aquello sobre lo que cae. Y llueve en este libro, llueve fuerte sobre los migrantes que habitan las fronteras (las visibles y las invisibles), sobre el futuro agarrado a la utopía, sobre los sueños en ciudades con soportales. Llueve sobre las mujeres para visibilizarlas y sobre las revoluciones posibles, siempre. Sobre la esperanza para mantenerla fresca. Diluvia sobre la propiedad privada para ahogarla junto a las injusticias. Y, mientras cae la lluvia, se escuchan gritos valientes y descarnados que buscan en lo colectivo una manera de vencer al miedo, y palabras cortadas al ritmo de la música.

Los piratas, que eligieron el agua como lugar desde el que resistir, viven acostumbrados al tiempo cambiante y no naufragan. Nunca.

¡Hagámonos piratas! dicen los poemas de este libro que buscan transformar mentes que desean permanecer despiertas. Poesía como resistencia individual y colectiva, poesía como ataque, como medio para vivir intensamente una vida que merezca ser vivida.

Poesía que dice con letras minúsculas que es necesario amar a otras personas. Amar a las ideas.

Poesía que habla de las tonalidades que están escondidas debajo de la tierra.

 

    Prólogo del libro

"Más allá del naufragio"

  María González Reyes

             La ciudad de la tierra

lunes, 3 de noviembre de 2014


PIRATAS DE CIUDAD

PABLO LAFUENTE MARTIN

 

 

Por la ciudad sin mar

donde la gente no se atreverá

ya, a nada, ni a parar,

ni siquiera a preguntar.






Todo sucederá demasiado rápido

para ocultar que todo será siempre igual.


Los cercanos te serán desconocidos

y no sabrás de ellos, nunca nada,

ni aunque de ti necesitaran.


Por la mañana te servirán un café.

Uno entre los millones de los que se servirán

lo tomarás en segundos

esos en que desearás quemarlo todo.



Harto de los enormes bloques de hormigón

que invaden nuestro espacio.

Harto de tener que ir corriendo

a todos los lugares.



Pero un buen día,

encontrarás a otros piratas

como tú.



Artistas de lo imposible

con los que buscarás tesoros,

con los que te aliarás

para romper las reglas.

Con los que la imaginación

surge más allá del tiempo.

Y con los que la vida

se vuelve más intensa



No olvides que los piratas

son esas personas

que abordan la lucha

y a la vez dedican su esfuerzo

a crear ilusiones

y a alojar lo desocupado.



Por eso cuando andas solo;

un poco triste,

hay que ir en su busca,

para soñar escapadas

a barcos con banderas negras

que surcan océanos y mares

desde donde luchar por la libertad

y contra la represión.



Represión por la fuerza,

a veces.

Pero sobre todo dominada

por el miedo y el silencio.



No habría nunca que olvidar

que los piratas tienen una doble vida.

La del barco, la del corazón,

donde compartir y crear.

Y la del abordaje, la del ataque

frente a los navíos

que defienden la injusticia

y la mediocridad.




domingo, 20 de julio de 2014

         “Más cada día”
                             MANUEL TABERNAS

No tengo que escribir
versos de preso
cuando aún soy libre.
Y aun negada la tinta,
el pan y el papel por el
carcelero, sera
de libertad cada aliento.
Y se construirá el verso,
cuando sea mañana,
desde la memoria.


No tengo que escribir
a mi imagen y semejanza,
a una puerta de cristal,
a un mero reflejo;
cuando puedo y debo
hacerlo desde mí
mismo.
Sin presunción.


El mundo traspasa
mi cuerpo
y en él
se dan todas las batallas..
Yo soy yo mismo
y también
mis miedos.
Desde todos los lados
ser yo mismo,
copia de nada.
Pues es cierto que debemos
ser
todo aquello que podemos
ser.


Y vamos hacía allí.
Y vamos siendo más fuertes,
más amables,
más vitales;
responsables, trans
formadoras, re
volucionarias.
Vamos siendo
más;
y más.
Y más cada día.



lunes, 30 de junio de 2014

              BAILA CONMIGO
                             PABLO LAFUENTE MARTIN

Baila conmigo,

con una sonrisa.


Lo haré,

si tu bailas conmigo

junto al color de la música.


Baila conmigo

mientras nuestros cuerpos se reconocen.


Lo haré si mueves tus pies

al ritmo de los sueños.


Acércate

y no pienses por un instante.


Lo haré porque lo que dice tu piel

merece de corazón ser entendido.

----
La oscuridad pronto se volvió luz

Pero el baile no parecía acabar.

----

A lo lejos se oía:


Imagina que nos besamos.

¿Quién sabe si volveremos a bailar juntas?


Hagamos de la ciudad una aldea para nosotras.

¿Quien sabe si podremos viajar a un mar lejano?


---

Ahora, ya, sin mas prisa que el son

que marca su tierna mano en sus rizos

y sin mas pausa que la vitalidad

que transmiten sus rostros.



Hacen de su amor una fiesta

y mientras se besan

parecen querer decirnos

amigos no dejen nunca de bailar.









martes, 17 de junio de 2014

Presentación lunes 30 en Traficantes de sueños



Ahora sabemos que es un delito no robar el pan cuando se tiene hambre.
Fabrizio de André


Nos es imposible sentirnos libres de la barbarie de los tiempos, nos es imposible no luchar por cambiar la sociedad, no somos capaces de mirar el mundo y no imaginar otro, porque buena parte de lo que vemos nos parece espantoso.
También nos es inevitable enamorarnos de las personas y de los proyectos que nos ayudan a construir nuestra vida desde un punto mas humano, mas humilde, mas tierno y mas cooperativo.
Fruto de esta necesidad de amar apostamos por escribir desde la ilusión. Sabiendo que si algo necesitamos las clases populares en estos momentos de incertidumbre es generar ilusiones que nos unan y nos permitan seguir en pie para construir un imaginario propio del buen vivir.
Este libro es el recorrido conjunto de dos compañeros de la Escuela Popular de Prosperidad que amamos la poesía y que queremos cada uno a nuestra manera observar el mundo con los ojos bien abiertos para construir así una poesía de compromiso. Compromiso con nosotros mismos y con la sociedad.
Humildemente soñamos con escribir poemas y convertirlos en una honda que lance metáforas para la lucha, el cariño y la fraternidad.



lunes, 16 de junio de 2014

“Canto de cigarra”

Manuel Tabernas
Hubo un día
en qué elegí a quién vender
mi fuerza de trabajo
o, mejor dicho, elegí
no venderla
y dedicarla a construir
algo mejor:
diría una sociedad más libre,
diría justicia
social
y jamás emplearía
palabras gastadas.


Ese día
es hoy.
Ese día son todos
los días que elegimos
la dura senda de
la extremadamente tópica ci
ga
rra.
Y hoy,
como ayer,
no dejaré que me roben
ni un sólo amanecer;
y desde hoy,
para siempre,
no dejaré que me arrebaten
un solo
atardecer de otoño;
ni una sola, la
menor, la mas
elemental, de
las odas.


Ni hoy,
ni nunca, dejaré de escribir
incluso los versos más sencillos.



lunes, 9 de junio de 2014

SOÑAMOS CON CIUDADES




Soñamos con ciudades de otros mundos.

Soñamos con ciudades que no fueron y serán.

Y amamos los lugares donde la luz se divierte en el agua.



Buscamos ciudades con colinas emparentadas


que se miran a los ojos y hablan entre sí

Montes que se regalan hojas de otoño

 


de una orilla a otra de ese río

que diariamente las separa y las une.



Una ciudad medieval llena de callejuelas y miradores

y repleta de esquinas para besarse y pensarse.



Una ciudad de ciudades,

donde si se crece mucho

habrá bosque para frenar la locura.



Una ciudad donde los campos se confundan con los parques

donde correr sea un juego y donde pasear sea deporte.

donde en todas sus calles y caminos

los limoneros, membrillos y manzanos

se confundan con almendros y castaños.



En los descampados de oficinas,

ruinas de lugares de un infierno pasado,

que conseguimos deshabitar,

florecerán las huertas y los columpios.



Ciudad de plazas llenas de soportales

para pasar los ratos y las lluvias.

para escuchar risas, llantos y deseos.

y para amarse con pasión y locura.



Y sepan que en la noche no habrá miedo

porque los hombres ya no serán dueños de nada,

ni de mujeres, ni de cuerpos, ni de mentiras.



Una ciudad para experimentar

llena de obstáculos de los que gusta esquivar.



Una ciudad repleta de vidas diferentes

donde las estrellas volarán juntas sin regla alguna.

Las casas no podrán quedarse sin sol

y la comida nunca faltará en la mesa.



--------------

Ciudad libertaria de mis sueños;

Tu serás lo que mueva mi corazón

mi espíritu y mi vida.



Tu serás ese camino soleado de invierno

que da paz, cobijo y confianza.



Tú serás el recuerdo de ese padre muerto

que tanto extraño al caminar por mi cabeza.

 

 

 

domingo, 25 de mayo de 2014


  Y SI ENCONTRARAMOS TIERRA, MÁS ALLÁ DEL NAUFRAGIO...

 

Era marrón la ciudad, porque marrón era la tierra en polvo que la recorría de un lado hacia todos los demás, según se le antojaba al viento. Y de tanto vivirla, sus habitantes también se habían tornado de textura arenosa en alguna gama de ocre.


Y así caminaban, trabajaban y se soñaban hasta que, algún día de cada año, en el mes de abril, una lluvia suave y copiosa hacía que la tierra se resbalase de los árboles, las casas y las personas hasta el suelo. Entonces, aparecían todos los otros colores.


Así actúa este libro, como una lluvia que a veces acaricia y que otras remueve todo por donde pasa. Pero siempre lluvia que destapa aquello sobre lo que cae. Y llueve en este libro, llueve fuerte sobre los migrantes que habitan las fronteras (las visibles y las invisibles), sobre el futuro agarrado a la utopía, sobre los sueños en ciudades con soportales. Llueve sobre las mujeres para visibilizarlas y sobre las revoluciones posibles, siempre. Sobre la esperanza para mantenerla fresca. Diluvia sobre la propiedad privada para ahogarla junto a las injusticias. Y, mientras cae la lluvia, se escuchan gritos valientes y descarnados que buscan en lo colectivo una manera de vencer al miedo, y palabras cortadas al ritmo de la música.

Los piratas, que eligieron el agua como lugar desde el que resistir, viven acostumbrados al tiempo cambiante y no naufragan. Nunca.

¡Hagámonos piratas! dicen los poemas de este libro que buscan transformar mentes que desean permanecer despiertas. Poesía como resistencia individual y colectiva, poesía como ataque, como medio para vivir intensamente una vida que merezca ser vivida.

Poesía que dice con letras minúsculas que es necesario amar a otras personas. Amar a las ideas.

Poesía que habla de las tonalidades que están escondidas debajo de la tierra.

 

                      Prólogo María González Reyes

             La ciudad de la tierra


Presentación del Libro en la Prospe