lunes, 9 de marzo de 2015

PRESENTACIÓN DEL LIBRO SÁBADO 14 MARZO 20H


LAS LAGRIMAS DE LA SABIDURÍA



Ojos de estaño forjados con el agua y la tierra,
una eterna alegría con la que pasar las penas,
y unas manos dispuestas a dar todo su cariño.
¡Sí! Esas fueron las mujeres de los pueblos,
a las que aún, si las miras fijamente
no puedes sino llorar tapándote las lágrimas
porque sabes que ellas no las merecen.

¡Qué ojos no ven!
Que son el corazón que necesitamos.
Ese corazón que quiere sin límite
que se muestra como el pasar del río
y que nunca dejó de pensar que lo importante
es cuidar a los demás como a una misma.

Esas personas que siempre tenían una silla
para quienes fueron condenados a la muerte en vida.

O esas valientes mujeres de negro
que pese a ser obligadas a hundirse en el barro,
a ser humilladas y castigadas eternamente a no llorar,
supieron mantenerse firmes.

Pasado el tiempo, sabedoras de su respeto
no dudaron en recolectar las flores de nácar
para templar el cariño de sus seres queridos.

Qué me digan, que si vosotras
no fuisteis heroínas, quién lo pudiera ser.

Qué griten que vuestras palabras
no tienen ya sentido.
Yo no puedo dejar de añorar su humildad
y su anegada pero aún cálida sabiduría.

Hijas de una revolución perdida
hambrientas de deseos y de sueños,
que fueron sumergidos en la devoción.
A vosotras se os debe nuestra admiración.

Y a ti especialmente te debo tanto
que estaré siempre orgulloso de dejar
confundir mis huellas con las tuyas.

No olvidaré jamás que contigo
aprendí a contemplar lo sencillo,
a ser paciente, a querer
y a cocinar al calor del tiempo.

Y sin duda podré decir
que si de algo debo sentirme henchido
es de haber podido leer en tu compañía.

En el atardecer van desapareciendo
los ecos de vuestras antiguas palabras.

Pero antes del silencio,
debéis saber que al menos en unos pocos
sois y seréis ese corazón que late fuerte
como el hierro incandescente en la fragua.